[vc_row][vc_column][vc_column_text]Aguazul y Mateo, dos osos de anteojos que fueron mantenidos por más de 10 años en cautiverio con promesas de rehabilitación por parte de la Fundación Bioandina, serán reubicados en el zoológico Jaime Duque ubicado en Tocancipá y en el zoológico de Cali, por falta de garantías para su liberación. Los dos osos, ya no podrán volver a la vida silvestre.
Las denuncias realizadas por Natural Press y confirmadas por el Ministerio de Ambiente en el mes de septiembre de 2020, evidenciaron que nueve osos de anteojos entre ellos Aguazul y Mateo, eran tenidos en cautiverio bajo dudosas condiciones de bienestar animal en el Santuario del Oso de Anteojos ubicado en el Centro de Recepción Alta Montaña en Guasca y propiedad de Bioandina.
Los animales estaban en encierros en malas condiciones, sin alimentos disponibles, agua, y con problemas de higiene, sin enriquecimiento ambiental y sin la documentación disponible que dicta el funcionamiento de los Centros de Recepción y Rehabilitación de Fauna Silvestre. (Resolución 2064 de 2010).
De inmediato, el Ministerio le solicitó a las Corporaciones que tenían responsabilidad sobre los nueve individuos de oso, hacer las visitas técnicas y darles una disposición final en cumplimiento de la Ley.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text text_larger=”no”]En repetidas ocasiones, la organización afirmó que “el animal mostraba un comportamiento nervioso y desconfiado y era otro de los osos que podía ser devuelto a vida silvestre”. La información fue publicada en informes y en la página web del Santuario del Oso de Anteojos, plataforma en la que se pedían aportes voluntarios para la manutención de los osos y que poco después de la investigación sacaron de línea.
Pero las versiones entre la Fundación Bionadina y Corporinoquía no coinciden; en un comunicado reciente en el que informan la reubicación de la osa en el Parque Jaime Duque, la autoridad ambiental aseguró que al hacer la visita técnica al Santuario, se encontraron “con un animal activo, atento al medio, de buena condición corporal, con falencias en su comportamiento y ausencia de características etológicas, impidiendo su reintroducción al hábitat”. La osa no podría volver a la vida silvestre, pese a que el veterinario Orlando Feliciano manejaba una versión diferente.
Afirmaron igualmente que el animal tenía “hábitos alimenticios que no son exactamente acordes con la especie en su hábitat natural”. Y explicaron que aunque no era comida saludable estaba dentro de las dietas para animales en cautiverio según el médico veterinario Johan Camacho, funcionario de la CAR orinocense.
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El mismo veterinario le dijo a Natural Press en el mes de marzo, que “estaban en desacuerdo con los encierros en los que encontraron a los individuos” y la directriz del Subdirector de Calidad Ambiental fue el traslado y la reubicación de la osa.
En la visita realizada por un grupo de expertos del zoológico de Cali, se evidenció que los individuos estaban en encierros en malas condiciones, sin plataformas ni zonas de resguardo, sin enriquecimiento ambiental como árboles, piscinas o piletas de agua y caminaban entre sus excrementos al no tener áreas de manejo para hacerle limpieza a los animales, tal y como le dijo a Natural Press Juliana Peña, veterinaria del zoológico de Cali que visitó el santuario. Los osos permanecieron en esas condiciones durante años, sin que las corporaciones controlaran la situación.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row css=”.vc_custom_1624496074329{border-left-width: 150px !important;}” mobile_bg_img_hidden=”no” tablet_bg_img_hidden=”no” woodmart_parallax=”0″ woodmart_gradient_switch=”no” row_reverse_mobile=”0″ row_reverse_tablet=”0″ woodmart_disable_overflow=”0″][vc_column][vc_raw_html]JTVCc3ByZWFrZXIlMjB0eXBlJTNEcGxheWVyJTIwcmVzb3VyY2UlM0QlMjJlcGlzb2RlX2lkJTNENDQ1OTIwODUlMjIlMjB0aGVtZSUzRCUyMmRhcmslMjIlMjBwbGF5bGlzdCUzRCUyMmZhbHNlJTIyJTIwd2lkdGglM0QlMjIxMDAlMjUlMjIlMjBoZWlnaHQlM0QlMjIyMDBweCUyMiU1RA==[/vc_raw_html][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text text_larger=”no”]
Lo que le espera a Aguazul
Al contrario de las condiciones del Santuario del Oso de Anteojos propiedad de la Fundación Bionadina en la que algunos osos estaban obligados a vivir en encierros de menos de 100 metros cuadrados como el caso de Aguazul, en el Parque Jaime Duque, la osa “vivirá en un terreno de al menos 2.200 metros cuadrados, con cuerpos de agua, piscinas, plataformas, árboles y amplias zonas para su movilidad. Además compartirá su espacio con dos acompañantes más, un macho y una hembra, quienes han demostrado una conducta absolutamente tolerante con otros animales de la misma especie” según Corporinoquía.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text text_larger=”no”]El Subdirector aseguró no conocer el caso y afirmó que los osos rehabilitados en su jurisdicción eran liberados en reservas de la sociedad civil locales, pero enfatizó no conocer nada sobre Aguazul.
Igualmente nos pusimos en contacto con Saulo Orduz, un antiguo técnico de la entidad referido por funcionarios de Corporinoquía, quiénes aseguraron que podría conocer el caso, pero Orduz, dijo –no poder hablar a los medios sobre la osa entregada en el año 2007–
A pesar que los actuales funcionarios de la entidad han hecho todos los esfuerzos por reubicar el animal que fue aceptado por el Parque Jaime Duque el pasado dos de junio, la entidad estuvo ausente durante 13 años, hasta que las denuncias por el mal manejo del individuo y las visitas realizadas por el Ministerio de Ambiente, los obligó a dar cumplimiento a la Ley y reubicar al animal que perdió la posibilidad de estar en mejores condiciones y sobre el que no se hicieron esfuerzos de rehabilitación de acuerdo a los documentos entregados por la misma Fundación Bioandina.
Las investigaciones realizadas por Natural Press han demostrado que, de los nueve osos que pasaron por la Fundación Bionadina con promesas de rehabilitación, solo uno volvió a la vida silvestre después de un año de permanecer en cautiverio y un largo tratamiento odontológico que no era necesario realizarle según los expertos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza UICN consultados por Corpoboyacá y de acuerdo a este documento obtenido por Natural Press.(Aquí puede ver el documento).
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Solo la Osa Pensilvania pudo volver a la vida silvestre con un collar con el que se le hace seguimiento a sus movimientos y se vigila su comportamiento en la vida silvestre.
En la actualidad todavía quedan seis osos, tres individuos de CorpoAmazonía, un oso de Corpoguavio, uno del Ministerio de Ambiente y un último oso de Parques Nacionales Naturales de Colombia. Todos deben ser reubicados en zoológicos porque perdieron la posibilidad de volver a la vida silvestre a cumplir con su rol como jardineros del bosque y hacedores de vida.
Aguazul y Mateo ahora tienen una nueva oportunidad.
*Fotos Corporinoquía.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
Periodista ambiental y de conservación