Según datos del Departamento Nacional de Estadísticas, DANE, el 32,5% de los colombianos viven en la capital del país, el 78% de la población colombiana habita en las cabeceras municipales y la región más poblada es la región andina. Y mientras Arde media Colombia muchos podrán estar preguntándose, ¿a mi qué me importa?
Probablemente muchos colombianos se encuentran en las ciudades mientras media Colombia arde en llamas sin la mínima sospecha del peligro que amenaza el suministro de agua de sus hogares. En cifras claras para entrar en contexto y dimensionar la gravedad de la inminencia de las vacas flacas que se avecinan, se debe conocer que el 52% del área continental de Colombia está cubierta de bosques y que el 40% de la superficie del país corresponde a la amazonía.
La Importancia de los Bosques
Para obtener agua potable sólo necesitamos abrir el grifo y servirla a discreción, sin embargo, el agua tiene que recorrer un largo camino hasta nuestros grifos. Un término acuñado últimamente es el de “ríos voladores”, como bien se ha bautizado al proceso mediante el cual los vientos alisios del Atlántico soplan con fuerza de oriente a occidente desplazando inmensas masas de vapor de agua hasta la amazonía donde son atrapadas por la selva húmeda más grande del planeta.
La eliminación de la selva amazónica o de los páramos es como poner un dique infranqueable a los ríos voladores, de esta manera el agua no podrá salir por el tradicional grifo y veremos consecuencias irreversibles.
El Rol de la Selva Amazónica
A través de un proceso conocido como la evapotranspiración, cada árbol de la amazonía puede arrojar a la atmósfera hasta mil litros de agua en un solo día. Esta agua, de vuelta a los cielos, se transporta hacia los páramos de la región andina donde las finas fibras de los frailejones, musgos, líquenes y muchas otras especies atrapan el rocío y lo convierten en delicadas gotas que muy despacio se van infiltrando en las rocas porosas que conforman el subsuelo del páramo dando origen a grandes ríos que discurren, ya sea hacia los valles interandinos con destino al mar Caribe o ya sea hacia la vertiente oriental dando origen a serpenteantes ríos de la Orinoquía colombiana que finalmente tributarán sus aguas de vuelta al Océano Atlántico para que el ciclo vuelva a comenzar, pero todo esto no puede suceder si arde media Colombia.
La Importancia de los Páramos
Si selva o páramos son eliminados de la ecuación, el ciclo mágico de los ríos voladores se verá interrumpido. El caso de Bogotá es dramático, la totalidad del agua de la ciudad capital proviene de tres fuentes exclusivas, los páramos de Sumapaz y Chingaza y el Río Bogotá, que nace en el páramo de Guacheneque, por tanto cabe preguntarnos ¿de dónde sacará agua el páramo si no es alimentado desde la selva?
El Riesgo para el Suministro de Agua en Bogotá
Pero no sólo perderemos el agua, con ella se va la economía por el sifón. Si tenemos en cuenta que el Producto Interno Bruto en Colombia en el año 2019 fue de 1.061 billones de pesos y que sólo entre Bogotá y Antioquia se concentra el 40% del total, sin duda alguna el PIB colombiano caería vertiginosamente en la eventualidad de que los sectores se paralizaran por déficit en el suministro de agua.
Constantemente se repite el calificativo del “pulmón del mundo” para definir a la amazonía, sin embargo, decir que es un pulmón, que emite oxígeno como un respirador artificial, es inexacto, en realidad la principal función del bosque amazónico es ser el sumidero de carbono continental más grande del planeta.
La Amazonía como Sumidero de Carbono
La quema de bosques libera en la atmósfera miles de millones de toneladas de dióxido de carbono y otros gases que producen el efecto de invernadero que ocasiona el calentamiento global que a su vez es el causante del Cambio Climático. Según cifras de la FAO, la deforestación es la responsable de la emisión de una cuarta parte de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Si bien el Cambio Climático es la problemática ambiental con mayor posicionamiento de recordación y reconocimiento entre la población mundial, en un término de siglos el planeta podría eventualmente retornar a los niveles de la era preindustrial, es decir, a largo plazo podría ser reversible. Pero lo que no es reversible es la pérdida de biodiversidad cuando ella se extingue.
La Irreversible Pérdida de Biodiversidad
En su informe la FAO estima que “en el curso de un decenio se extingue entre el 2 por ciento y el 5 por ciento del total de las especies de los bosques lluviosos, debido en gran parte a la pérdida de su hábitat por causa de la deforestación. Los monocultivos de pastizales son inhóspitos para muchas especies de aves e invertebrados, que necesitan hábitats distintos”. Esto quiere decir que en Colombia se está atentando contra una de las pocas cosas en las que el país es potencia mundial, la biodiversidad de animales y plantas.
La calidad del aire decaería si el avance de la deforestación continúa, ciudades como Medellín y Bogotá ya se encuentran en graves problemas con respecto a la calidad del aire que respiran sus ciudadanos, los niveles de material particulado han llegado a niveles peligrosos para la salud como consecuencia, en parte, de los incendios en regiones como la amazonía y la Orinoquía.
Impacto en la Calidad del Aire
Sin duda alguna los problemas ambientales se convierten rápidamente en problemas económicos, no es casual que las palabras economía y ecología compartan la misma raíz griega, eco proviene de la palabra Oikos que significa casa, logia se refiere al estudio de algo. De tal manera que la ecología es el estudio del hábitat de los seres vivos. Mientras que la economía está ligado a la administración del hogar, el mismo hogar, el único hogar.
Si la ecología estudia el agua, el aire y la biodiversidad, y estos factores afectan directamente la economía, entonces la degradación de los suelos se convierte en un factor crítico que disminuye la productividad rural.
Degradación de los Suelos: Un Problema Emergente
Los suelos amazónicos son especialmente frágiles y pobres en nutrientes, sólo pueden sustentar la vida del bosque porque las ramas, hojas y cadáveres de animales proporcionan el suficiente alimento, con la pérdida de los árboles, las pasturas dejan al descubierto la debilidad de los suelos y los dejan expuestos para que la erosión termine de degradar el ecosistema, se genera sedimentación en exceso en los cuerpos de agua hasta que éstos pierden la capacidad de almacenar agua y se convierten en lodazales inhertes.
Es claro que con los perversos incentivos a la deforestación para el acaparamiento de tierras y la ganadería se pierden mucho más de lo que se puede sospechar desde la comodidad de un citadino sofá.
Periodista ambiental y de conservación colombiano, actualmente residente en Canadá.
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