Combustible fabricado con remolacha azucarera podría revolucionar la aviación gracias al primer vuelo en utilizar el biocombustible 97% vegetal, biodiesel limpio. El avión utilizado para la travesía, realizó el vuelo inaugural de Saarbrücken, en Alemania, hasta Reims, en la región francesa de Champaña-Ardenas. Con la energía de la remolacha, vuela primer avión.
La aeronave acrobática, un Rihn DR107 fue la encargada de demostrarle al mundo como puede hacerse la transición de combustibles a gasolina conocida como Avgas100LL para aviones ligeros a este nuevo biocombustible mucho más sostenible y totalmente limpio.
Entre Saarbrücken y Reims, el avión se demoró un poco más de una hora, a una velocidad media de 260 km/h para un consumo de ocho litros por cada cien kilómetros de vuelo, pero puede aumentar su velocidad de crucero a 340 km/h. El piloto profesional e ingeniero aeronáutico Bastien Le Roux fue el encargado de efectuar el vuelo experimental para este lanzamiento mundial.
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El piloto habló con la televisión francesa resaltando el valor del biocombustible. “Me parece una muy buena alternativa, aunque, por supuesto, tendremos que ver si la longevidad del motor puede verse afectada. En cualquier caso, en términos de rendimiento, en este avión que conozco muy bien, no noté ninguna diferencia”, comentó Bastien Le Roux.
Un cambio para el 2050
Según Repsol, la industria de la aviación pretende reducir para 2050 a la mitad, las emisiones de CO2 del transporte aéreo que hoy suponen un 2% del total de las emisiones globales con biodiesel limpio.
“Para alcanzarlo, los biocombustibles van a jugar un papel clave. Ya se están desarrollando biocarburantes extraídos de cultivos no alimentarios, como la camelina. En un futuro próximo, la producción a gran escala vendrá de las microalgas”.
Según el gigante energético mundial, el sector de la aviación transporta al año 2.200 millones de pasajeros en todo el planeta las estimaciones de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), en 2050 asegura que los pasajeros aumentaran a 16.000 millones.
El crecimiento constante del tráfico plantea a la industria de la aviación comercial el reto simultáneo de atender esta demanda y reducir las emisiones que genera.
Los primeros ejercicios se han hecho con mezclas de biocombustibles y combustibles tradicionales como el primer con bioqueroseno realizado en España. Un Airbus 320, de la aerolínea Iberia.
El avión realizó el trayecto entre Madrid y Barcelona empleando como carburante una mezcla de 25% de biocombustible y 75% de queroseno tradicional. El bioqueroseno empleado en este vuelo fue obtenido del aceite de la camelina, una planta oleaginosa no comestible, pero antes de eso en el año 2012 se realizó el primer vuelo con combustible 100% natural con semillas oleaginosas.
El primer avión del mundo propulsado completamente con biodiésel despegó de la capital de Canadá, Ottawa, a finales de octubre de 2012, con el objetivo de convertir el viaje aéreo en una experiencia menos contaminante.
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El avión fue un bimotor Falcon 20 utilizado para probar el nuevo combustible fabricado 100 por ciento con semillas oleaginosas y luego un vuelo de Canadair un CT133.
La experiencia para el piloto canadiense del CT 133 Paul Kissman, fue la misma que el piloto de la aeronave acrobática en Francia.
Bastien Le Roux: “Luego de aterrizar en el aeropuerto de Ottawa, el piloto de prueba canadiense contó que no fue capaz de advertir la diferencia en el rendimiento del motor” afirmó el medio mexicano Milenio.
Desde el año 2008 muchas compañías aéreas han realizado distintos vuelos para probar la eficacia de los biocombustibles y en la actualidad algunas de ellas están aún pendientes de realizar vuelos de ensayo.
El reciente vuelo en Francia, es un paso más hacia el uso de combustibles totalmente limpios que pueden asegurar la transición energética mundial de una de las industrias más contaminantes. Con la energía de la remolacha, vuela primer avión.
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