La explosión de un ducto submarino de gas en el Golfo de México a 150 metros de la plataforma satélite KU-C, localizada en la Sonda de Campeche perteneciente al Activo de Producción Ku-Maloob-Zaap, de Pemex en México, generó un enorme ojo de fuego sobre el mar sin que la empresa se refiriera a la gravedad de los impactos ambientales, un hecho, que ha generado gran preocupación a nivel mundial. El gigante invisible, proyectos Offshore en Colombia.
El accidente prendió las alarmas entre grupos ambientalistas que consideran que el mundo avanza hacia la transición energética y los países elevan sus ambiciones ante el Acuerdo de Paris, pero los proyectos de hidrocarburos siguen acelerando su marcha.
Greta Thunberg, la activista climática sueca, dijo en Twiter que “los líderes mundiales se llaman a sí mismos ‘líderes climáticos’ mientras abren nuevos campos petroleros, oleoductos y plantas de energía de carbón”.
Mientras Pemex intentaba extinguir el fuego y la emanación de gas en medio del mar, en Argentina se llevaba a cabo una audiencia pública convocada por el Ministerio de Ambiente para otorgar en concesión tres áreas costa afuera a las empresas Equinor, Shell y BP que han venido pujando por la exploración y explotación de hidrocarburos en alta mar junto con YPF.
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Desde el punto de vista investigativo, Agustina Iwan, experta en estudios ambientales e impactos sociales, denunció en medio de la audiencia pública, el “hermetismo profundo” para evitar la difusión de los estudios de impacto ambiental de los proyectos costa afuera en Argentina. Y es que desde hace 20 años, se hacen prospecciones en el mar del sur en medio de la incertidumbre por los impactos ambientales de la actividad y el paso hacia una transición energética mundial.
Para los participantes a la audiencia, el caso de Pemex en el Golfo de México fue una advertencia oportuna en un momento decisivo para el país del cono sur quien deberá tomar decisiones, mientras en Colombia, los grupos ambientalistas están dando la pelea en contra del Fracking y la explotación en tierra, los proyectos costa afuera parecen estar invisibilizados mientras avanzan decisivamente; los proyectos offshore, son un gigante invisible en Colombia.
Después de 15 años de trabajo, en los próximos 12 meses varios proyectos costa afuera en el país, prenderán sus motores para conocer el volumen de extracción de gas que tienen las profundidades del caribe colombiano.
Locomotora de los offshore se prende
Los proyectos offshore o costa afuera exploran, explotan y transportan petróleo y gas que extraen de las profundidades del océano, pero su ubicación representa un alto riesgo para los recursos marinos por derrames, filtraciones químicas y vertimientos e impactos de las plataformas en los lechos marinos entre otros.
Colombia tiene proyecciones de explotación de gas en zonas de influencia tan frágiles como el Parque Nacional Natural Corales de Profundidad ubicado en el mar caribe, limitado por dos bloques con licencia de exploración por la ANLA, lo que ha llevado al país a avanzar en la investigación de áreas estratégicas para su explotación de la mano con el INVEMAR.
Según la Autoridad Nacional de Licencias y la Dirección General Marítima – DIMAR, “el parque se encuentra colindante con los Bloques Fuerte Norte y Fuerte Sur, asignados para exploración a ECOPETROL S.A. y a la empresa internacional ANADARKO por la Agencia Nacional de Hidrocarburos – ANH”.
El anterior es un caso conocido y aunque los bloques asignados por la ANH no son un secreto para nadie, los proyectos costa afuera aún no son parte de la discusión pública por sus impactos y la decisión tomada por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales al otorgar licencias de exploración en un terreno frágil y desconocido sobre el que se pretende conocer más en la practica del proceso exploratorio con la ayuda de las empresas, según lo explican las mismas licencias.
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Los Bloques Fuerte Sur y Fuerte Norte, ubicados en áreas de influencia y gran fragilidad del Parque Nacional Natural Corales de Profundidad, tienen licencias de exploración otorgadas desde el año 2012 y el primero está en la mira del gigante Shell.
Actualmente solo existe en Colombia un proyecto offshore o costa afuera en actividad desde 1977 que extrae gas en el municipio de Manaure en el departamento de la Guajira.
Los campos Ballena y Chuchupa establecidos sobre pasturas marinas, no ha representado un gran impacto ambiental sobre el suelo marino y según la ANLA, autoridad que le hace seguimiento ambiental al proyecto, la vida subacuática se ha adaptado a las plataformas.
Para 2016 el 28% del gas consumido en el país según la Unidad de Planeación Minero Energética UPME provenía de Ballenas y Chuchupa.
Un potencial que no preocupa en épocas de transición
El potencial de Colombia para la extracción de hidrocarburos costa afuera es enorme, desde hace más de 15 años el país viene investigando las probabilidades de la exploración costa afuera y solo hasta ahora se empezarán a extraer de las profundidades de los mares colombianos, los recursos energéticos disponibles que según la ANH, podría ser de 12.000 millones de barriles.
La actual Ronda de hidrocarburos, el evento en el que se ofertan nuevas áreas para la exploración y explotación de hidrocarburos en el país, ofertará cinco propuestas para proyectos costa afuera que incluyen áreas no exploradas como Choco offshore y Tumaco offshore, indicando el acelerado deseo del país de explotar los recursos de hidrocarburos de los lechos marinos colombianos en el Caribe y el Pacífico.
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En 2019 la ANH tenía 17 contratos offshore o costa afuera, nueve estaban en etapa de Evaluación Técnica (TEA), siete en estado de exploración y tan solo uno en producción, correspondiente al Bloque Guajira en los campos Chuchupa y Ballena operado actualmente por Ecopetrol y HOCOL y activo desde 1977 en el departamento de la Guajira.
Lo que antes era solo una proyección hoy es un hecho, la ANH actualmente tiene cuatro contratos en etapa de evaluación de gas costa afuera y ya se están realizando las pruebas pertinentes para determinar el volumen comercial de los yacimientos para pasar a la etapa de producción según lo ha dado a conocer la misma entidad.
El gigante Shell lidera los proyectos offshore
Shell, con una participación del 50% con Ecopetrol, iniciarán la fase exploratoria en los bloques Fuerte Sur, Purple Angel y COL-5 ubicados en el caribe colombiano.
Para Ana María Duque, presidenta de Shell en Colombia, Centroamérica y el Caribe Hispano, “La provincia gasífera en aguas del Mar Caribe del país es muy interesante para la compañía. La prospectividad del yacimiento puede contribuir a la solución energética del país, además, la operación ayudará a Colombia en su política de transición energética con el aumento de las reservas de este combustible en la matriz”, según le dijo a Portafolio.
Shell es una de las empresas con mayor relevancia en el mercado de la explotación offshore o costa afuera y su interés en el caribe colombiano ya tiene el visto bueno de la Agencia Nacional Minera ANH.
Las tareas de la compañía estarán centradas en la evaluación del conocimiento técnico de las zonas y el volumen de extracción que podrán obtener.
Pero no solo arrancarán Shell y Ecopetrol, en el caribe se perforarán los pozos exploratorios Gorgon-2, Uchuva-1 y Cumbia-1, tres proyectos que prendieron nuevamente los motores para consolidar la explotación costa afuera sin que hasta el momento represente una aparente preocupación para los ambientalistas que al parecer están más preocupado por los proyectos en tierra que en la profundidades del mar. La tarea será de Ecopetrol, Shell, Noble Energy y Petrobras.
Una de las grandes ambiciones de la empresa Ecopetrol es su incursión en un proyecto de profundidad en el Golfo de Morrosquillo, áreas de gran valor ecológico por la presencia de corales de profundidad. Al parecer llegarán las empresas petroleras al fondo del mar para explorar y al tiempo conocer la riqueza de los corales de profundidad poco explorados del mar caribe.
INVEMAR Y ANH trabajando juntos
Desde el año 2007 el INVEMAR y la ANH han venido trabajando de la mano; mientras el país busca la estabilidad energética a partir de los proyectos costa afuera, el INVEMAR busca el desarrollo científico. Ambas instituciones han venido trabajando en lo que hoy se consolida.
Toda la información necesaria para evaluar los impactos ambientales de la exploración y la explotación petrolera, se convierten en un insumo para la toma de decisiones de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales y también en información científica relevante.
La información para la toma de decisiones y el monitoreo sobre áreas marinas, quizá no podrían ser posible en el país sin la unión de ambas entidades, pero para algunos expertos que no quisieron revelar su nombre, “resulta preocupante que el INVEMAR sea juez y parte en el proceso”. Estudian con la ANH las profundidades del mar del que se extraerán los recursos y tendrán que dar los conceptos para la toma de decisiones como instituto de investigación a la hora del licenciamiento ambiental.
El INVEMAR y la ANH han realizado estudios conjuntos en los bloques que a futuro se explotaran en el país, con el fin de generar nuevos conocimientos sobre todo el sistema marino sobre el que después se harán las explotaciones y sus conceptos son determinantes para los Estudios de Impacto Ambiental que tendrá que evaluar la ANLA.
Un estudio de análisis y diagnóstico de toda la cuenca caribe realizado en 2019, entrega información necesaria para el desarrollo del sector costa afuera en Colombia. El convenio entre ambas instituciones, permitió el desarrollo de un Visor de datos geográficos para consulta y visualización de todas las áreas marinas ubicadas en las áreas de influencia de los proyectos que se pretenden desarrollar en el país.
Según la Agencia Internacional de Energías, más de un cuarto de la producción del suministro actual de gas y petróleo en el mundo es producido costa afuera, mayoritariamente en el Medio Este, el Mar del Norte, Brasil, el Golfo de México y el Mar Caspio.
En Colombia la proyección offshore avanza, pero llama la atención como se han camuflado los proyectos costa afuera sin que exista una resistencia sobre ellos, lo que si es cierto es que las empresas petroleras tienen entre sus estrategias las inversiones en comunidades en áreas de influencia de las áreas en las que se instalaran los proyectos.
El accidente de la empresa PEMEX prende las alarmas a nivel mundial en medio de la crisis climática que vive el planeta y pone sobre el tapete la transición energética frente al impacto ambiental que pueden generar los proyectos costa afuera.
Periodista ambiental y de conservación
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