[vc_row][vc_column][social_buttons style=””][vc_column_text text_larger=”no”]Durante una ceremonia tradicional en 2008 fue la última vez que miembros del Resguardo Indígena de Papallaqta, Pueblo Yanacona en el Macizo Colombiano en el Cauca, vieron un cóndor surcando los cielos.
“Fue justamente en una ceremonia espiritual que hicimos a orillas de la laguna de Kusiyako con abuelos que vinieron del Perú, donde pudimos ver al cóndor y este fin de semana nuevamente iremos al mismo lugar a investigar, analizar y resguardarnos para conocer el estado de los cóndores en nuestro territorio,” afirma Pacha Kanchay guía espiritual del Pueblo Yanakuna, delegado por la autoridad del cabildo de Papallaqta, el Gobernador Taita Mhilo Anacona Alvárez.
Miembros del Resguado de Papallaqta están participando en el Primer Censo Nacional del Cóndor Andino y en la montaña se conectaran con el mensajero del sol, el ave emblemática que permite la comunicación entre todos los pueblos de los Andes.
Le puede interesar : Del mar a la montaña, comunidades Wayúu participan en censo de cóndores.
El Resguardo Indígena de Papallaqta se encuentra a 4.200 metros sobre el nivel del mar en la corona del macizo andino en el Cauca, territorio en el que nacen los ríos Magdalena, Patia, Cauca y Caquetá. Para llegar al sitio de observación, miembros del resguardo se internaran en el bosque y caminaran hacia la parte alta de las montañas en el páramo para su reencuentro con el cóndor y aprovecharan su visita al lugar sagrado para volver a la misma laguna en la que lo vieron por última vez.
En el macizo el cóndor ya no se ve, algunos campesino han descrito un ave enorme que baja a carroñar, pero su presencia es esporádica.
“El cóndor se ha visto desplazado por el impacto de la colonización, de la guerra, de los choques con campesinos y ciertos elementos introducidos a los territorios que han permitido que la especie esté casi desaparecida y por eso queremos hacer un proceso de reintroducción” afirma Pacha Kanchay.
El interés del Resguardo es recuperar el espíritu del cóndor en el macizo, para eso están haciendo gestiones de la mano de la Fundación Agroambiental Monterrey de Cali quien ha venido acompañando al resguardo y ha facilitado el proceso con organizaciones a nivel nacional e internacional para que una pareja de cóndores criados en cautiverio sean liberados en su territorio tradicional y dar el primer paso para el repoblamiento.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”5053″ img_size=”large” add_caption=”yes” alignment=”center” parallax_scroll=”no”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text text_larger=”no”]
“Es un proceso organizativo en el que esperamos que la comunidad pueda responsabilizarse de la liberación”.
El cóndor como ser de la montaña ha desaparecido y con él el mensaje de los abuelos del sur y los abuelos del norte. “Nos comunicamos con los cuidadores del corazón del mundo que son los pueblos de la Sierra Nevada de Santa Marta y nosotros somos los cuidadores de la madre tierra, de la estrella fluvial que alimenta el Amazonas, el Pacífico, el Caquetá y el Atlántico,” explica Pachacanchay.
Según el líder, en un momento como el que vive la humanidad es importante recobrar la comunicación con los pueblos tradicionales. “Sin el cóndor se siente un vacío de hermandad, vemos que el mundo está entrando en debacles, pandemias y cuando en nuestros territorios deja de aparecer el jaguar, el cóndor , el guacamayo , sabemos que son señales profundas de una humanidad que está pasando por procesos de cambio”.
“Si desaparece el cóndor, desaparece la armonía entre las montañas, si desaparece el cóndor, desaparece un mensaje profundo que viene desde milenios atrás”, concluye Pachacanchay y el resguardo inicia su caminata hacía la montaña en busca del mensajero del sol en el Primer Censo Nacional del Cóndor de los Andes.
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
Periodismo Ambiental independiente con propósito de servicio.