Las heces de las ballenas son bombas de nutrientes para las selvas del mundo pero, ¿cómo pueden llegar del mar hasta los bosques y generar efectos positivos a los suelos? Heces de ballenas, bombas de nutrientes para las selvas.
Asha de Vos es una bióloga marina de Sri Lanka, educadora oceánica y pionera en la investigación de la ballena azul en el norte del Océano Índico. Ella Ha logrado llamar la atención de miles de curiosos que se han conectado con sus charlas Ted que confirman el servicio que presta a la naturaleza el guano, las heces o los excrementos de las ballenas al ciclo nutricional de los suelos.
La investigadora y conservacionista ha conseguido que el mundo entienda lo que otros científicos vienen investigando y es el aporte del ciclo maravilloso de los excrementos de las ballenas a los bosques del planeta.
Asha lo analiza de una forma general y el impacto ha sido muy alto. “Las Ballenas son las ingenieras del medio ambiente porque ayudan a mantener la estabilidad y la salud de los océanos incluso, brindan servicios a la sociedad y son esenciales para esa regeneración de los océanos.“Y todo se reduce a su caca y a la descomposición de las ballenas al morir”.
Las ballenas se sumergen en las profundidades del mar para alimentarse, y salen a la superficie para respirar, cuando lo hacen, liberan unos enormes penachos fecales equivalentes a su gran tamaño.
Esa bomba trae una gran cantidad de nutrientes esenciales para las profundidades del océano y al estar en contacto con las aguas superficiales alimentan el fitoplanton, base de todas las cadenas alimentarias marinas. Por eso tener muchas ballenas defecando es beneficioso para el planeta.
Asha lo analiza de una forma general y el impacto ha sido muy alto. “Las Ballenas son las ingenieras del medio ambiente porque ayudan a mantener la estabilidad y la salud de los océanos incluso, brindan servicios a la sociedad y son esenciales para esa regeneración de los océanos.
“Y todo se reduce a su caca y a la descomposición de las ballenas al morir”
Las ballenas se sumergen en las profundidades del mar para alimentarse, y salen a la superficie para respirar, cuando lo hacen, liberan unos enormes penachos fecales equivalentes a su gran tamaño.
Esa bomba trae una gran cantidad de nutrientes esenciales para las profundidades del océano y al estar en contacto con las aguas superficiales alimentan el fitoplanton, base de todas las cadenas alimentarias marinas. Por eso tener muchas ballenas defecando es beneficioso para el planeta.
Cuando las ballenas realizan esas largas migraciones, van dejando sus excrementos por los mares, heces que en realidad son nutrientes dispersados por todo el océano, con altos contenidos de fósforo (P).
Pero el ciclo va más allá, del océano a las selvas aun queda un camino largo; Ken Norris, Jefe de Ciencias de la Vida del Museo de Historia Natural de Londres explica como los animales, como las ballenas y los peces, introducen nutrientes en el agua. Estos nutrientes ayudan a alimentar el plancton, que se abre paso en peces más pequeños. Los peces son luego devorados por las aves marinas que a su vez dejan sus heces en la tierra, o alimentan a los peces migratorios más grandes.
Norris se aventura a explicar los resultados de un estudio científico publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences denominado, Transporte Global de Nutrientes en un Mundo de Gigantes y afirma que esos peces migratorios más grandes, luego viajan por los sistemas fluviales y hacia el interior a través de la vasta red de vías fluviales o ríos, que luego serán devorados por depredadores como aves rapaces y grandes felinos, o simplemente morirán en los ríos y como resultado, esparcirán estos nutrientes que se originaron en los océanos sobre la tierra y en las profundidades de los bosques para alimentar los suelos de las selvas.
En los últimos años, se han preguntado qué tan degradados están esos sistemas de nutrientes debido a la pérdida de animales grandes, y el impacto ha sido masivo”, explica Ken. “Estiman que ciertas bombas de nutrientes pueden haber disminuido en más del 80%, en parte debido a la eliminación de animales grandes como las ballenas”.
“No nos dimos cuenta hasta hace unos años de lo importantes que son los animales grandes para los procesos del sistema terrestre a gran escala”, explica Ken. “Estos son los sistemas en los que los nutrientes circulan por el medio ambiente a escala global”.
El estudio de Proceedings of the National Academy of Sciences basa su investigación en el enorme papel que juegan los animales en el transporte de nutrientes, pero este papel ha disminuido porque muchos de los animales más grandes se han extinguido o han experimentado una disminución masiva de la población.
“Aquí, cuantificamos el movimiento de nutrientes por los animales en la tierra, el mar, los ríos y el aire, tanto ahora como antes de sus reducciones generalizadas”, destaca el estudio.
La capacidad para alejar los nutrientes de los puntos críticos según concluye la investigación, se redujo al 6% de los valores pasados en tierra y océano. El movimiento vertical de fósforo (P) por los mamíferos marinos se redujo en un 77% y el movimiento de P de mar a tierra por las aves marinas y los peces anádromos (que pasan la mayor cantidad del tiempo en el mar y luego pasan a aguas dulces a reproducirse o terminar su ciclo) se redujo en un 96%, interrumpiendo efectivamente una bomba de distribución de nutrientes eficiente que alguna vez existió desde las profundidades del mar hasta los interiores continentales.
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Así se entiende mucho mejor el rol de grandes mamíferos como las ballenas que más que ser carismáticas y llamativas por su comportamiento, se convierten en catalizadores de vida en el mar y la tierra demostrando que más valen vivas cruzando océanos de extremo a extremo que convertidas en un pedazo de carne en un plato oriental.
Las ballenas hacen un trabajo importante y sorprendente, dice la bióloga marina Asha de Vos. Estas enormes criaturas son ingenieras del ecosistema, y mantienen a los océanos saludables y estables a través de sus excrementos. Heces de ballenas, bombas de nutrientes para las selvas.
Periodista ambiental y de conservación
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