La veterinaria Paula Moreno Merchán, quien colaboró con Bioandina en los centros de recepción y rehabilitación, compartió con Natural Press la triste historia de ‘Pasante’, un oso que marcó su carrera. La veterinaria recuerda con horror aquel fatídico día en Guasca, de la muerte del oso Pasante.
“Pasante” fue el primer oso registrado nacido en cautiverio en Colombia, en el extinto zoológico Matecaña de Pereira. “Era un osito muy noble, pero en una ocasión se escapó y no quería regresar al encierro debido a la precaria estructura”, relata Moreno Merchán.
La trama se complica con Orlando Feliciano, encargado de anestesiar a los animales en caso de escape. “Orlando decía que solo él podía manejar la pistola neumática, que si algún animal se escapaba, lo llamaran”, afirma la veterinaria.
La tragedia llegó cuando ‘Pasante’ escapó, llamaron a Feliciano, pero él no respondió. Moreno Merchán tuvo que enfrentar la situación sola en Guasca, recordando con angustia aquel día. ‘Pasante’ ingresó a Bioandina desde el zoológico Matecaña en Pereira, pero su destino fue sombrío bajo la responsabilidad de Feliciano.
La veterinaria recuerda con horror el día en que ‘Pasante’ se alejó y desapareció. “Volvió al siguiente día a buscar comida, pero los trabajadores, usando cuerdas, intentaron inmovilizarlo. Comenzó un forcejeo, el oso se estresó, cayó al suelo, y murió ahogado en el barro”, relata.
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Este doloroso recuerdo conmueve a Paula, quien, junto con su compañera Adriana, cuidó de ‘Pasante’ en el zoológico Matecaña. Lamenta cómo el oso, que conocieron desde su nacimiento, terminó sufriendo y muriendo en manos de quienes deberían protegerlo.
Natural Press contactó al veterinario Delio Orjuela, quien confirmó que Paula y Adriana trabajaron con él y cuidaron de ‘Pasante’. La necropsia reveló que el oso murió por infarto cardiaco y paro respiratorio causados por broncoaspiración.
La muerte de ‘Pasante’ destapa la realidad de Bioandina. Las denuncias llevaron al entonces ministro de ambiente, Ricardo Lozano Picón, a ordenar una visita técnica. Los informes oficiales confirman irregularidades y violaciones a normas ambientales en los centros de Bioandina. Estas revelaciones cuestionan la eficacia del Santuario del Oso de Anteojos como un verdadero centro de rehabilitación.
Informes especiales e investigaciones adelantadas por Alberto Castaño – Camacho y María Lourdes Zimmermann
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