Muere puma en manos de la Fundación Bioandina

La reciente muerte de un puma (Puma concolor) en el Centro de Recepción y Rehabilitación de Fauna de Mesitas del Colegio bajo responsabilidad y tenencia de la Fundación Bioandina Colombia, se convierte en otro caso más de investigación de los entes de control y la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca CAR, autoridad ambiental que le hace seguimiento. Muere puma en manos de la Fundación Bioandina.

Natural Press conoció que uno de los dos pumas adultos en custodia de la cuestionada organización y  entregado por la Corporación Autónoma Regional del Quindío CRQ en el año 2009, murió en el centro de Recepción y Rehabilitación de Mesitas del Colegio sin que hasta el momento se hayan establecido las causas.

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La CAR Cundinamarca había dispuesto, a principio de año, su traslado al Parque Temático Hacienda Nápoles ubicado en el municipio de La Dorada, Caldas, pero la entidad lleva meses sin celebrar contrato de transporte, lo cual impidió el desplazamiento y disposición final de los animales. Uno de ellos murió esperando la contratación de camionetas por parte de la CAR.

Oficialmente la entidad ambiental aseguró que “el animal llevaba al rededor de 15 años en cautiverio y presentaba condiciones corporales óptimas en la última visita del mes de enero, sin embargo ya presentaba daños articulares por la edad, pues era un animal que había superado la expectativa de vida para la especie”. Sin embargo, diferentes expertos consultados por Natural Press aseguraron que la expectativa de vida de esta especie de felinos en cautiverio puede ser de 20 años o más.

Según la CAR, el cadáver fue trasladado al laboratorio de “patología veterinaria de la Facultad de Medicina Veterinaria en la Universidad Nacional” y se está a la espera de los resultados de la necropsia.

Nuestro medio conoció extraoficialmente que el animal tenía problemas digestivos que podrían haber sido una de las causas de su muerte.

Una vez más, nos pusimos en comunicación con Orlando Feliciano  para conocer sus consideraciones al respecto de la muerte de este gran felino, sin embargo, el director de la Fundación Bioandina Colombia, no respondió al llamado.

La sorpresiva visita del Ministerio de Ambiente

En septiembre de 2020 como resultado de las denuncias de Natural Press por presunto mal manejo y maltrato animal en las instalaciones del centro de recepción de Mesitas del Colegio, el Ministerio de Medio Ambiente hizo una visita sorpresiva al lugar y entre los pocos animales, encontraron dos pumas pero durante la visita solo evidenciaron la presencia de uno de ellos.

Al momento de la visita la CAR ya había trasladado más de 600 animales a su propio Centro de Recepción y Rehabilitación de Fauna ubicado en Tocaima, Cundinamarca y solo quedaban en el centro de Mesitas, los dos pumas a cargo de Bioandina y la autoridad ambiental y otros pocos animales bajo la responsabilidad de Corpoguavio.

Según el informe, en el lugar no se evidenció enriquecimiento ambiental, ni restos de comida, “pese a que  los pumas eran alimentados diariamente con menudencias, hígados de pollo, huesos con carne y presas vivas como enriquecimiento”. “En cuanto a la disponibilidad de agua de bebida, se observaron dos piletas de agua al interior del encierro, pero al momento de la visita estaban desocupadas”, asegura el informe técnico.

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De acuerdo al Ministerio de Ambiente, “los pumas eran mantenidos en encierros que no les permitían manifestar su comportamiento natural” y en esas condiciones se mantuvieron durante más de doce años bajo la responsabilidad de Bioandina y el seguimiento, vigilancia y control ambiental de la CAR.

Teniendo en cuenta el espacio en el que estaban los animales y habiendo observado que en ese momento el Centro de Recepción de Fauna tenía encierros más grandes, la funcionaria del MADS sugirió mover los especímenes a un encierro más grande, tal y como lo muestra el informe, a fin que los animales tuvieran más espacio que les permitiera expresar su comportamiento natural, sin embargo “el Dr. Feliciano manifestó que por razones de seguridad no se había contemplado cambio de recinto en el que  permanecieron durante más de 10 años”.

El Ministerio afirmó que aunque los animales siempre han vivido en cautiverio, su liberación es imposible y “se debe propender por ofrecer un espacio vital que les ofrezca una mejor calidad de vida” como recomendación, señalando la Ley 1774 de 2016 de Bienestar Animal.

El informe también asegura que al momento de la visita el CAVR funcionaba sin la documentación requerida por ley y no tenían a la mano los libros de entrada y salidas de animales y las  historias clínicas de los mismos.

Carlos Antonio Bello, director de Evaluación, Seguimiento y Control Ambiental de la CAR, aseguró en el mes de enero que los dos pumas serían trasladados al Parque Temático Nápoles para mejorar sus condiciones de bienestar y sin animales en el centro, solicitarían a la Fundación Bioandina el plan de cierre definitivo del CAVR.

Como consecuencia de los problemas de contratación estatal, el plan de traslado de los dos pumas no llegó a feliz término.

El origen de los Pumas

Los dos pumas, fueron entregados hace más de una década por la Corporación Autónoma de Quindío CRQ  a la Car Cundinamarca. Natural Press se comunicó con la CRQ quien aseguró en una respuesta escrita que los animales fueron entregados desde el año 2009 a la CAR Cundinamarca y explicó que a través de la resolución (1049 de 13 de noviembre de 2009) se establecieron los requisitos de disposición final de los dos ejemplares juveniles de puma a la Fundación Bioandina.

Según el documento, los pumas fueron entregados a la CAR para ser por manejados por la Fundación Bioandina quien sería la encargada “de terminar el proceso de rehabilitación de los animales para una posible liberación”, pero como la mayoría de los casos denunciados por Natural Press y según varias corporaciones las promesas de rehabilitación nunca se cumplieron.

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Igualmente asegura que el tenedor debía sufragar los gastos de alimentación y atención veterinaria con sus propios recursos e impedir la reproducción de los individuos entre otras condiciones, lo que implicaba que la Fundación Bioandina a quien entregaron los animales, tenía responsabilidad sobre los pumas con el seguimiento que por ley debía hacer la CAR Cundinamarca.

Este no es el primer caso en el que la Fundación Bioandina recibió animales haciéndose cargo de la manutención y atención veterinaria, sin embargo, el veterinario en repetidas ocasiones aseguró que no recibía recursos de las autoridades aunque en algunos casos lo contrataban y en otros por común acuerdo, le entregaban animales sin que las corporaciones comprometieran recursos.

Con la muerte del puma y las recomendaciones hechas por el Ministerio de Ambiente en su informe técnico y teniendo en cuenta los resultados de la necropsia, análisis que determinará las causas de muerte del animal, solo se espera que la CAR tome la decisión de disponer el otro puma en un lugar en donde mejoren sus condiciones de bienestar. Muere puma en manos de la Fundación Bioandina.

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