Oso electrocutado en Chingaza

[vc_row][vc_column][vc_column_text text_larger=”no”]El año 2020 se termina con un ejemplar de oso andino menos en el territorio nacional, al interior del Parque Nacional Natural Chingaza, al nororiente de la capital de Colombia, se presentó, en el mes de marzo, un lamentable hecho que se suma a la tragedia que vive en la actualidad esta especie de la cual dependen tantos servicios ecosistémico. Un oso electrocutado en Chingaza fue el evento que Parques Nacionales no consideró lo suficientemente importante para que la opinión pública conociera. En definitiva, un episodio que deja muchas más preguntas que respuestas con algún grado de certeza.

En el área conocida como “Compuertas”, al interior de un campamento permanente que tiene la empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá en ese Parque Nacional Natural, más específicamente en el área del transformador de energía con el que cuenta esta estación, se electrocutó una zarigüeya que no fue retirada por el personal del acueducto, ni en ese momento, ni en días posteriores.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text text_larger=”no”]Al generarse el proceso natural de descomposición, que valga decirlo, por las bajas temperaturas del páramo, se da mucho más lento que en lugares de menor distribución altitudinal; el olor a carroña atrajo a una osa con sus dos cachorros.

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La ejemplar adulta de oso andino (Tremarctos ornatus) sin ningún tipo de dificultad, trepó la malla en busca de ese bocado de carne en descomposición y del mismo modo que la zarigüeya, perdió la vida tras recibir una mortal descarga eléctrica que la fulminó al instante.

Cabe anotar que este transformador se encuentra rodeado por una malla eslabonada cuyo propósito pareciera ser, más que proteger a la fauna silvestre que se encuentra en medio de un Parque Nacional Natural, proteger el transformador de la empresa de Acueducto de Bogotá.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text text_larger=”no”]Determinar si hubo o no negligencia por parte de la empresa de Acueducto de Bogotá, será una tarea de la Unidad Administrativa Especial del Sistema de Parques Nacionales Naturales – UAESPNN, sin embargo, al parecer, por no tratarse de un hecho doloso, hasta la fecha no se ha abierto ningún proceso sancionatorio ambiental por parte de la autoridad.

Llama mucho la atención la existencia de contradicciones entre las diferentes partes involucradas en el hecho. Natural Press conoció de este infortunado incidente por fuentes protegidas que se acercaron a denunciar y una de las reflexiones que dejaron fue “la clara diferencia que hace Parques Nacionales si hubiera sido un campesino el que mató el oso habrían llamado a los medios de comunicación y habrían hecho un escándalo nacional, pero no, como es el Acueducto de Bogotá que le paga una millonada a Parques Nacionales anualmente, entonces se lo quedan calladito y ni Sancionatorio Ambiental les abrirán”.

Juan Carlos Clavijo, un veterano funcionario de Parques Nacionales cuya vocación de conservación está más que probada por su largo recorrido por las áreas protegidas de nuestro país, es el director de este Parque Nacional Natural ubicado al nororiente de Bogotá. Lo que Clavijo explica como causa del oso electrocutado en Chingaza es muy sencillo.

“Efectivamente en tiempos de pandemia el Acueducto tuvo que retirar cerca del 90% del personal a consecuencia de la emergencia sanitaria, lo propio para el caso nuestro, en época de pandemia, atendiendo las indicaciones de los ministerios de Ambiente y Salud, sólo pudimos mantener el 20% del personal del Parque Chingaza dentro del Parque”, explica el director.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text text_larger=”no”]El funcionario adjudica la situación a la ausencia de personal suficiente para haberse percatado de la presencia del Farah o Zarigüeya electrocutado en el transformador, la descomposición del cadáver y como consecuencia de ello, el ingreso del oso electrocutado en Chingaza.

“Fue una situación indeseable, pero fue una situación accidental, nunca se había presentado algo así y tiene mucho que ver con la situación de que no había personal gracias a la emergencia sanitaria. Mucha gente de los consorcios tuvo que parar obras y hubo un tiempo importante en el que no había personal del acueducto suficiente en algunos puntos y sucedió esto”.

A pesar de que el transformador de energía estaba encerrado en malla eslabonada, no fue suficiente barrera para que el oso electrocutado en Chingaza pasara este sencillo obstáculo en busca de comida para ella y para sus crías.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text text_larger=”no”]Lo que llama poderosamente la atención es que según la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, quien hace seguimiento al Plan de Manejo Ambiental del proyecto Sistema Chingaza Fase I, aseguró a Natural Press que el oso electrocutado en Chingaza perdió la vida en el mes de marzo, cuando aún no se había declarado la emergencia sanitaria que obligaba al grueso de la ciudadanía a quedarse en casa y a abandonar las instalaciones del Parque Nacional Natural y el campamento permanente del Acueducto de Bogotá.

Esta fue la versión de la ANLA: “en reunión sostenida con los funcionarios de Parques Nacionales Naturales- PNN, se informó a esta Autoridad que, en el mes de marzo de 2020, se registró el fallecimiento de una osa andina en el sector denomidado compuertas, específicamente en el área del transformador de energía de la Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Bogotá – EAAB E.S.P . Según los funcionarios de Parques Nacionales Naturales- PNN, al parecer, la presencia de un cadáver de una zarigüeya en el transformador atrajo por el olor y su instinto carroñero la osa, la cual se acercó, saltó la cerca y se electrocutó. Parques Nacionales Naturales confirmó que, al día siguiente del accidente se envió el reporte a EAAB con medidas a ejecutar para evitar otro accidente”.

Lo anterior contradice la versión de Juan Carlos Clavijo, Director del Parque Nacional Natural Chingaza, quien asegura que este infortunado hecho en el que un Oso Andino perdió a vida electrocutado, se presentó en el mes de junio.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text text_larger=”no”]Y cuando se cuestiona el por qué no se ha abierto ningún tipo de proceso administrativo, como un Sancionatorio Ambiental, en contra de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, el director es enfático en responder que “nosotros hacemos unos trámites técnicos y jurídicos internos, cuando hay una situación en la que se evidencia que hubo un ataque con dolo, se toman medidas de carácter sancionatorio, en estos casos lo que se analiza es cómo fue la situación y si efectivamente lo que sucedió fue un accidente, a lo que tratamos de llegar inicialmente es a un acuerdo de compensación”.

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Esto deja la pregunta en el ambiente, ¿cuánto vale un oso andino?, entendiendo que de esta especie depende la funcionalidad de un frágil ecosistema de páramo y alta montaña que protege Parques Nacionales Naturales y de donde proviene el agua que abastece el consumo del 80% de la población en Bogotá y sus municipios aledaños.

Si fue en marzo o fue en junio, pareciera ser indiferente ante la tragedia de haber perdido un oso más en Colombia, un oso andino electrocutado en Chingaza, sin embargo, no es una cuestión menor, pues si la zarigüeya duró al menos una semana, según estimaciones del director del Parque Nacional Natural donde ocurrieron los hechos, no sólo es imperdonable la negligencia por parte del Acueducto al no haberse percatado de ello, también la falta de sentido común al poner entre un transformador de alta tensión y la fauna silvestre en medio de un “área protegida”, más obstáculo que una malla de un par de metros de alto.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text text_larger=”no”]Natural Press en numerosas ocasiones intentó obtener una respuesta por parte del Acueducto de Bogotá, sin embargo, su oficina de prensa, quien está enterada de nuestras solicitudes, dilató la respuesta durante varios días con diferentes explicaciones, la última de ellas fue que el gerente estaba revisando la información.

El oso andino, un animal emblemático para Colombia, el que surca la alta montaña, incluso en el mismo escudo de Parques Nacionales, una especie de suma importancia para el funcionamiento de nuestros ecosistemas y que garantiza un sinnúmero de servicios ambientales y ecosistémicos fundamentales para la vida, sin embargo, una especie amenazada, unas veces por la mano criminal del hombre, otras veces por la negligencia institucional incapaz de protegerlos como es debido.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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