El desarrollo económico en la Amazonía, junto con la introducción de costumbres y productos foráneos, ha tenido un impacto negativo en las tradiciones alimenticias de las comunidades indígenas. Esto ha llevado a un desconocimiento gradual de las propiedades nutritivas de las Plantas Alimenticias No Convencionales (PANCs), lo que pone en riesgo la soberanía alimentaria de estas poblaciones.
Descubriendo la Riqueza Oculta de las PANCs en la Amazonía
En el planeta, existen entre 12 mil y 15 mil especies con potencial alimenticio, muchas de ellas se encuentran en estado natural y son desconocidas tanto para los mercados como para las comunidades a nivel global. A pesar de esta diversidad, solo alrededor de dos mil plantas han sido domesticadas para el consumo, y aproximadamente 150 se cultivan comercialmente, representando el 90% de la producción alimentaria vegetal mundial.
La directora del Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas SINCHI, Luz Marina Mantilla, destaca que en Colombia se estima la existencia de 1.250 especies de plantas alimenticias, de las cuales 426 se encuentran en la Amazonía. Esto representa cerca del 40% del total de especies del país. Sin embargo, la seguridad alimentaria de Colombia y su economía agrícola se limitan a tan solo 11 especies.
El Papel de las ‘Chagras’ y su Impacto en las Comunidades
El desarrollo económico ha dañado las culturas amazónicas y reducido el conocimiento sobre las especies del bosque. Las especies alimenticias se limitan cada vez más, amenazando la seguridad alimentaria y causando pérdida de conocimiento. Por lo tanto, es importante generar información sobre alternativas para garantizar la soberanía alimentaria en la región amazónica, dado que la dependencia de especies domesticadas e introducidas ha empobrecido la dieta humana.
En ese sentido, las PANCs, constituyen una alternativa para contribuir a mejorar los aportes nutricionales y fortalecer la soberanía alimentaria de los pueblos, entendida como “el derecho de los pueblos, comunidades y países a definir sus propias políticas agrícolas, pecuarias, laborales, de pesca, alimentaria, de forma que sean ecológica, social, económica y culturalmente apropiadas a sus circunstancias exclusivas”. Esto incluye el derecho real a la alimentación y a la producción de alimentos.
El hombre ha domesticado cerca de 2000 especies de plantas para su alimentación y cerca de 150 se cultivan comercialmente en la actualidad. De estas, 103 proveen más del 90% de la alimentación humana de origen vegetal en el mundo. La mayoría de estas se cultivan intensivamente. En contraste, entre 12,500 y 15,000 especies de plantas tienen potencial alimenticio en el mundo. La mayoría de ellas se encuentran en estado natural y han perdido el conocimiento sobre sus usos.
Ejemplos clave
Ecuador alberga 1,561 especies de plantas alimenticias, incluyendo nativas y cultivadas; Perú estima cerca de 1,200 especies nativas. Por su parte en Colombia, aunque no se han publicado datos que compendien la información de plantas alimenticias, se considera que pueden existir cerca de 1,250, entre nativas e introducidas.
Desconocemos la utilidad o el potencial económico de muchas especies de plantas nativas llamadas dañinas o plagas. Sin embargo, muchas de éstas poseen gran importancia económica, ecológica y un potencial alimenticio. Las PANC’s son vitales para la soberanía alimentaria de comunidades desfavorecidas por el enfoque de monocultivos, aumentando la diversidad alimentaria.
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Estas plantas ofrecen una fuente rica en proteínas, vitaminas y nutrientes, superando a los cultivos intensivos en valor nutricional. En otros casos, las frutas y verduras no convencionales son ricas en fibras y compuestos con funciones antioxidantes. Los alimentos silvestres del bosque son clave para equilibrar la dieta en la región y mejorar la nutrición de las comunidades locales.
Los Desafíos de la Actualidad
Comunidades amazónicas consumen especies silvestres y cultivadas, pero el uso de especies del bosque disminuye, afectado por la comodidad de los alimentos del mercado.
La colonización alteró la vida indígena y suprimió alimentos tradicionales, amenazando la diversidad alimentaria y la seguridad. Identificar especies y medir su valor nutricional guiará programas de manejo para asegurar la seguridad alimentaria de comunidades en la región.
Conclusión
Las Plantas Alimenticias No Convencionales (PANCs) en la Amazonía representan una valiosa fuente de diversidad alimentaria y nutricional que puede contribuir significativamente a la soberanía alimentaria de las comunidades indígenas y colonos de la región. Recuperar el conocimiento sobre especies nativas y mantener la diversidad alimentaria es vital para la seguridad de las poblaciones locales.
Fomentar investigación y programas sostenibles para preservar las PANCs y su disponibilidad a largo plazo es esencial. La biodiversidad amazónica resalta el potencial alimenticio, clave para la salud comunitaria y la conservación del ecosistema.
En resumen, la preservación y promoción de las PANCs no solo es una cuestión de seguridad alimentaria, sino también de conservación de la diversidad biológica y cultural de la Amazonía. La riqueza natural de esta región puede ser la clave para un futuro más sostenible y saludable.
Periodista ambiental y de conservación colombiano, actualmente residente en Canadá.