¿Por qué apoyar el paro desde el ambientalismo?

Colombia desde el 28 de abril, reinició las marchas en el marco del paro nacional, manifestando su inconformismo por las políticas públicas y mandatos del gobierno de Iván Duque. ¿Por qué apoyar el paro desde el ambientalismo?

Y aunque lo que caldeo los ánimos del país fue una reforma tributaria que beneficiaba solo a ciertos sectores y presionaba más a la clase media, la desazón se había manifestado desde el 2019 cuando se convocó un primer paro que por causa de la pandemia tuvo un tiempo de quietud.

donacion-apoyo-Natural-Press

En estos momentos el COVID-19 pasó a un segundo plano, ahora se grita un SOS COLOMBIA, porque llevamos semanas de represión por parte de la fuerza pública y otras manos oscuras que han violentado las marchas de una forma brutal y sin precedentes.

No ajeno a lo que esta pasando, el sector ambientalista a través de más de 100 plataformas, procesos y organizaciones han respaldado el derecho constitucional que tenemos a la protesta social, a través de un comunicado hecho el 12 de mayo argumentaron que se reunieron en aras de proponer otro modelo de desarrollo que no impacte la naturaleza.

Desde hace décadas nuestra economía se ha basado en la extracción del petróleo y la minería, pasando por alto los derechos del medio ambiente, despojando territorios, desplazando población, contaminando suelo, ríos y aire, vulnerando los ecosistemas, la salud animal y humana, violentando comunidades.

Es ahora cuando podemos hacer algo por el planeta, cada minuto cuenta, la crisis climática que estamos viviendo nos está tomando ventaja y por eso urge cambiar nuestros hábitos y tener una meta clara y precisa para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el 2030.

Es lamentable que los compromisos adquiridos durante el paro del 21 de noviembre de 2019, dónde ambientalistas se sentaron a firmar un documento con el gobierno haya resultado un completo fiasco, de nuevo quedan promesas incumplidas.

La confianza en las instituciones, gobernantes y el propio Estado, ha descendido de manera dramática. La mayoría de los y las jóvenes no ven con buen augurio el “Gran Diálogo” como le han llamado ahora a la mesa de concertación. Primero porque no se sienten representados por el comité del paro y por otro lado porque las primeras reuniones la displicencia del mismo gobierno ha dejado entre ver que no les interesa negociar nada.

Mientras tanto, siguen los asesinatos de líderes sociales y ambientales; solo en lo que va de 2021, se han perpetrado 36 masacres, sin esclarecer ninguna de ellas. Millones de compatriotas en diferentes lugares del mundo hemos salido a las calles para reclamar en la calle lo que muchos guardamos en el corazón, queremos un país mejor, con igualdad, equitativo y donde se cumpla el acuerdo de paz a cabalidad.

Queremos un dialogo plural, incidente, participativo, incluyente donde que cada una de estas peticiones se materialicen:

  1. Proteger la vida e integridad de los defensores y defensoras ambientales que vienen siendo amenazados, atacados y asesinados por su legítima labor de cuidar y proteger la naturaleza. Según Global Witness, el país lidera la cifra de ambientalistas asesinados. Exhortamos, además, al Congreso a la ratificación del Acuerdo del Escazú, enredado por la nula voluntad política del gobierno Duque y sus partidos aliados.
  2. Prohibir la aspersión de glifosato sobre cultivos denominados de uso ilícito, garantizando la implementación de los puntos 1. Reforma Rural Integral y 4. Sustitución de cultivos de uso ilícito del Acuerdo de Paz, que permitan la dignificación de la labor y los proyectos de vida de quienes trabajan la tierra para la seguridad y soberanía alimentaria, a partir de prácticas agroecológicas, protegiendo las semillas como bienes comunes y reconociendo la Declaración de los Derechos de los Campesinos.
  3. Detener de manera urgente la deforestación y frenar su principal foco de avance en la Amazonia, evitando la expansión de la frontera agropecuaria, el latifundio, la agroindustria o agronegocio de palma africana y otros hacia áreas protegidas (jurídicas como comunitarias), sin que eso implique la militarización de las zonas de protección ambiental y la criminalización del campesinado.
  4. Declarar una moratoria a los proyectos de megaminería en el territorio nacional, como los que se pretenden hacer en el Suroeste Antioqueño, el Páramo de Santurbán, la Sierra Nevada de Santa Marta, el Macizo Colombiano y Cajamarca, Tolima, que generan impactos irreversibles, acumulativos y a perpetuidad como los que se viven actualmente en la explotación de carbón en La Guajira y Cesar ante el inminente cierre.
  1. Prohibir el fracking, la explotación de yacimientos no convencionales y de nuevos yacimientos costa afuera; sustituir en el corto plazo la explotación de combustibles fósiles y detener la construcción de nuevas termoeléctricas para avanzar hacia una transición energética justa como medida urgente ante la emergencia climática.
  2. Respetar la consulta previa, libre e informada y las consultas populares como mecanismos legales y legítimos de participación, autonomía territorial y decisión de las comunidades sobre el destino de sus territorios.
  3. Garantizar la protección integral del agua como bien común, sus cuencas hidrográficas y ecosistemas estratégicos (humedales, ciénagas, ríos, océanos, glaciares, páramos, etc.) desde la autogestión territorial, fortaleciendo los acueductos comunitarios como organizaciones claves en el entramado social, histórico y cultural en torno al agua.
  4. Desescalar el avance de megaproyectos hidroeléctricos, de turismo, navegabilidad, puertos e infraestructura, que puedan impactar negativamente los ecosistemas y las comunidades de su entorno.

Finalmente, garantizar la vida lo es todo. Rechacemos el uso de la violencia de cualquiera de las partes, somos una misma nación, un mismo pueblo. Según datos del 21 de mayo de la ONG Temblores, se han reportado:

2.905 casos de violencia policial

855 víctimas de violencia física por parte de la policía

43 víctimas de violencia homicida presuntamente por la policía

1.264 detenciones arbitrarias contra los manifestantes

575 intervenciones violentas por parte de la fuerza pública

39 víctimas de agresión de sus ojos

153 casos de disparos de arma de fuego por parte de la policía

21 víctimas de violencia sexual por parte de la fuerza pública

A PARAR PARA AVANZAR, ¡VIVA EL PARO NACIONAL!

Foto de portada: Foto Cortesía @stevanjimenez

¿Por qué apoyar el paro desde el ambientalismo?

cuadernos-de-naturaleza-amazon-alberto-castano

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Cookies, estás de acuerdo?    Más información
Privacidad