[vc_row][vc_column][social_buttons style=””][vc_column_text text_larger=”no”]Los residuos electrónicos son un mal mayor en el mundo, la obsolescencia programada y el alto consumo está llevando a la población global a acumular residuos electrónicos, considerados peligrosos y hacer una mala disposición ignorando las consecuencias.
Un nuevo informe de la ONU prendió las alarmas de todo el mundo sobre el alto riesgo por toxicidad que está generando el procesamiento ilegal de dispositivos eléctricos o electrónicos viejos, en niños, adolescentes y mujeres embarazadas.
El estudio realizado por la agencia sanitaria de la ONU y promovido por la Organización Mundial de la Salud, aseguró que los residuos de aparatos electrónicos, son los desechos domésticos que crece más rápidamente en el planeta y detalló que los datos de la Asociación Mundial de Estadísticas de Residuos Electrónicos (GESP) indican que, en 2019, se produjeron 53,6 millones de toneladas de esos desperdicios y apenas el 17,4% se registró como recolectado y reciclado de manera adecuada.
Si bien se desconoce el destino de los desechos electrónicos restantes, es poco probable que se hayan gestionado y reciclado respetando el medio ambiente, dice el estudio.
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En este sentido, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmó que “de la misma manera que el mundo se ha unido para proteger los mares y sus ecosistemas de la contaminación por plásticos y microplásticos, debemos unirnos para proteger nuestro recurso más valioso, la salud de nuestros niños y del peligro cada vez mayor de los desechos electrónicos”, puntualizó Tedros.
Cómo llegan los residuos electrónicos a los países de renta baja
Aunque hay países que desarrollan una gestión responsable de los residuos electrónicos, muchos van a parar a rellenos sanitarios o vertederos por desconocimiento de quienes los desechan y otros se envían ilegalmente a países de ingresos bajos y medianos donde los trabajadores informales, incluidos niños y adolescentes, recogen, desmantelan o utilizan ácido para extraer metales y materiales valiosos y es ahí cuando se generan los procesos de contaminación.
Como consecuencia de una mala disposición no solo quienes manipulan los residuos están sufriendo problemas de salud a largo plazo por contaminación, también suelos y fuentes de agua se ven perjudicados por el impacto de metales y químicos presentes en los residuos mal manipulados.[/vc_column_text][vc_empty_space woodmart_hide_large=”0″ woodmart_hide_medium=”0″ woodmart_hide_small=”0″ woodmart_hide_extra_small=”0″][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_media_grid grid_id=”vc_gid:1624028823928-779562d7-f040-0″ include=”8290,8291,8292″][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text text_larger=”no”]De acuerdo con los datos de la OMS, unos 12,9 millones de mujeres trabajan en el sector informal de desechos, exponiendo su salud y la de sus hijos.
Además, el informe estima que más de 18 millones de jóvenes y niños, algunos de hasta cinco años, están involucrados activamente en el sector industrial, del cual el procesamiento de desechos electrónicos es sólo una pequeña parte.
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Los niños son más susceptibles a los productos químicos tóxicos porque absorben contaminantes en relación con su tamaño. Y como algunos de sus órganos no están completamente desarrollados todavía, son menos capaces que los adultos de eliminar las sustancias nocivas.
¿Qué hacer?
La meta del estudio es entregar datos para la toma de decisiones de los gobiernos del mundo, instándolos a generar un instrumento vinculante con el objetivo de que los exportadores, importadores y gobiernos garanticen que los desechos electrónicos se eliminen de forma racional y benigna para el medio ambiente, la salud y seguridad de los trabajadores y las comunidades.
También insta al sector de la salud a que reduzca los efectos adversos de los desechos electrónicos mediante la creación de capacidad para diagnosticar, monitorear y prevenir la exposición a tóxicos, y aboga por mejores datos e investigaciones de salud sobre los riesgos que encaran los trabajadores informales que lidian con desechos electrónicos.
El aporte de los ciudadanos es informase adecuadamente a través de organizaciones gubernamentales y privadas certificadas que promuevan la disposición adecuada y responsable de residuos, acumularlos y llevarlos a los puntos de reciclaje y evitar disponerlos en botaderos o dejarlos a merced de personas inescrupulosas que contribuyan con el tráfico.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”8294″ img_size=”large” add_caption=”yes” alignment=”center” parallax_scroll=”no”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text text_larger=”no”]
El caso de Colombia
Colombia a través del Ministerio de Ambiente, desarrolló una política nacional de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE). Esta Política recoge los principios, objetivos, componentes y acciones que estableció la Ley 1672 de 2013 y considera la situación y dinámicas actuales de los RAEE en Colombia y el resto del mundo.
En Colombia cada año se generan cerca de 130.000 toneladas de residuos electrónicos, que mal manejados, amenazan el planeta y la salud de las personas.
Por eso, en 2012 nació EcoCómputo, un colectivo de empresas pionero en la gestión integral de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), especialmente computadores y/o periféricos, resolviendo la problemática de la basura electrónica que era desechada en calles, parques bosques y ríos.
En el país hay más de 310 puntos para que se puedan disponer de forma responsable los residuos electrónicos, en 28 departamentos y 191 municipios del país.
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