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Carta de una Colombiana exiliada en Canadá para todos lo pajareros de Colombia.
La diversidad de pensamiento en Colombia no puede seguir siendo presa de los ataques en redes sociales y la muerte en los campos y ciudades. La diferencia de pensamiento, el disenso e incluso la polarización son sanas cuando las ideas desde la diversidad son las que permiten construir un espacio en el que todos quepan, pero imponer ideas a punta de bala y violencia, no respetar el pensamiento ajeno, permear los entornos de paz y reconciliación con división, no es aceptable y es nefasto para una democracia en riesgo como la nuestra.
Unir colombianos en torno a la biodiversidad del país es parte de la construcción de la Colombia ideal y como no, si ese es nuestro capital, nuestra reserva y nuestro futuro, la vocación de país debería centrarse en el uso sostenible de esos recursos. La violencia en redes y la imposición de las ideas, no puede permear eventos que unen a los colombianos, que empoderan comunidades, que educan y generan ciudadanía, pertenencia y amor de patria, reconocimiento del patrimonio y hasta promueven ideas de cambio, emprendimientos y crecimiento social.
La asonada de violencia que se ha vivido en el país por parte de dos extremos, no puede poner en riesgo los espacios de reconciliación y paz como el Global Big Day, uno de los ejercicios de ciencia ciudadana más importantes del mundo, en el que Colombia se ha alzado como el país que más aves ha registrado en cuatro ocasiones entendiendo que no es solo contar aves, es empoderar comunidades enteras que empiezan a construir sueños a partir de la biodiversidad y su conservación.
No es aceptable entonces que se condicione la participación de más de 5.000 mil colombianos en el evento mundial por la difícil situación que vive el país y que desconocidos pongan en vilo la participación de cada uno de ellos de acuerdo a la aprobación o desaprobación del gobierno.
No pueden ser encasillados los pajareros a participar en el evento y quedar marcados como simpatizantes de la derecha o dejar de participar y ser estigmatizados como partidarios de la izquierda. Por qué la inútil idea de separar Colombianos que se unen por los colores de las aves, no por los de un partido político, que no pajarean por las ideas políticas, si no por un interés intelectual, que se juntan en los campos en un ejercicio sano, se fortalecen, aprenden y construyen basados en una idea que se sembró en el mundo y que en Colombia ha tenido un eco importante sobre todo cuando, Colombia intentó caminar por las sendas de las paz y se descubrió el enorme potencial del país para el turismo comunitario basado en el aviturismo.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”7300″ img_size=”large” add_caption=”yes” alignment=”center” parallax_scroll=”no”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text text_larger=”no”]Entonces, por qué oponerse a la construcción de paz desde la diversidad ideológica y biológica, si eso es lo que buscan ejercicios como el Global Big Day que generan información valiosa y nos motivan a hacer de Colombia un lugar diferente, un país nuevo, de oportunidades, en donde se pueda vivir de su biodiversidad viva, sana y libre.
Hace unos días, un medio nacional le hizo un homenaje a un gringo más colombiano que el Cardenal Guajiro, la empanada, la arepa paisa y el sombrero vueltiao. Cuando vi ese artículo publicado en las redes sociales de John Myers, me emocionó el agradecimiento eterno y sincero de muchas personas pero especialmente el de José Luís Pushaina, un indígena Wayuú, pajarero y promotor de aviturismo en su comunidad, experto en guianza de naturaleza y líder de una organización de turismo premiada a nivel nacional. “!Gracias! por incentivarnos un nuevo estilo de vida, económico, cultural y social para la región. Te mereces estos nombramientos y muchos más por tu liderazgo y pasión por la conservación e incentivo de una mejor vida para las comunidades”, le dijo Pushaina a Myers.
Eso es lo que hacen las aves en un país como el nuestro en el que todos se reúnen en un evento como el Global Big Day no para rajar de un Gobierno ni para apoyarlo, se reúnen para hablar de su pasión, para construir sueños juntos, para contar pájaros y volver a quedar en primer lugar y alzarse con orgullo por un país que lo merece todo y unas comunidades que ven en los colores y las alas, en los picos y el vuelo, un estilo de vida económico, cultural y social para una región, así, como lo dice Pushaina.
Pajareros, vayan, salgan, caminen, observen, contemplen y gocen de la biodiversidad del país con mayor número de especies de aves en todo el planeta, no se restrinjan a encasillamientos y estigmatizaciones delirantes y enfermas. Es mejor contar pájaros en los humedales, valles y montañas y celebrar la diversidad biológica, que seguir contando muertos en un país que impide la diversidad ideológica.
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Periodista ambiental y de conservación
