Mocoa capital del Putumayo, esa población amazónica del suroccidente de Colombia que hace pocos años fue impactada por una avenida fluvial-torrencial que dejó como resultado más de 330 personas muertas, 53 desaparecidos y 48 barrios destruidos. A pesar de no haber sido reconstruida en su totalidad, en sus alrededores se empiezan a producir nuevas inversiones como dinamizadores de la deforestación, vías que le abren camino a la minería en las montañas selváticas que enmarcan su geografía. Vías que le abren camino a la minería en la Amazonía.
La Resolución 110 del 28 de enero de 2022 expedida por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS) que reglamenta la sustracción de áreas de reservas de Ley 2ª y reservas protectoras nacionales y regionales, podría ser según las comunidades locales y grupos de ambientalistas del país, uno de los elementos dinamizadores de la deforestación más efectivos en Colombia, credo para favorecer los intereses de las multinacionales dedicadas a las actividades extractivas como la minería y los hidrocarburos.
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Esta resolución y la continuidad de la construcción de la variante San Francisco – Mocoa, en el departamento de Putumayo, conocida también como la “Variante de la Biodiversidad”, favorecerían los planes del Gobierno de Colombia de hacer de este departamento un complejo de hidrocarburos y minería olvidándose de los acuerdos para evitar la deforestación, mitigar los gases efecto invernadero y conservar uno de los reguladores climáticos más grandes del planeta, presente en Colombia, ´La Amazonía´.
En esta región del país con una enorme vocación para la conservación y el uso sostenible de su territorio, visionada así desde 1959 cuando el 90% de la Amazonía colombiana se incluyó dentro del grupo de reservas de Ley 2ª hay una clara intención de seguir sustrayendo el bosque y haciendo vías que le abren el camino a la minería.
A esto se suma la permisividad sobre las actividades de exploración en un trabajo articulado entre varias instituciones del Estado de Colombia bajo el pretexto de una nueva economía que avanza hacia la transformación del país a partir de la transición energética, la protección de la biodiversidad y la inversión social, como mecanismos para ganar confianza entre las comunidades.
La Variante de la Biodiversidad y la Minería
La Variante San Francisco – Mocoa es una vía que empezó a construirse desde hace más de diez años con una inversión cercana a los $359.000 millones y que en su momento, quedó enclavada en la mitad de la selva sin que se pudiera finalizar por su alto impacto sobre zonas de reserva. La continuidad en la construcción de la “Variante de la Biodiversidad” se activó hace unos días por parte del Gobierno de Colombia con una inversión de $1,2 billones, la que ha sido considerada por las comunidades como una vía que le abre el camino a la minería.
Según el Ministerio de Transporte, el proyecto vial tiene como objetivo reemplazar la vía actual por una más corta, un tramo de 27 kilómetros que se empezaría a construir el 15 de febrero y que integraría los departamento de Putumayo y Nariño y el centro y occidente de Colombia convirtiéndose en un eje de comunicación para los vehículos de carga al reducir los tiempos de recorrido en un 50 % en una vía con un total 44 kilómetros.
La vía que la comunidad tanto había esperado por ser un motor para el desarrollo de sus veredas y poblaciones también es, “un gallo tapao para que saquen los minerales que quieren extraer de la región ”tal y como lo aseguran miembros de la comunidad putumayense de Montclar que hablaron con Natural Press pero prefieren mantener sus nombres en reserva.
Pero el Gobierno Nacional mantiene la idea de la construcción de una obra de gran impacto para el desarrollo de actividades como el ecoturismo y el comercio de productos locales que podrían beneficiar a la región.
¿Dinamizando la Deforestación?
Exactamente 19 días antes del anuncio por parte de la Ministra de Transporte de la puesta en marcha de la variante Mocoa -San Francisco que se construirá en el occidente de Colombia en el departamento amazónico de Putumayo, el MADS expediría la polémica Resolución 110 de 28 de enero de 2022 para destrabar aquellas actividades de alto impacto ambiental que estaban proscritas en áreas de Reserva Forestal. “Es una resolución de sustracción ‘express’, lo que expidió el MADS para favorecer la construcción de vías y las actividades extractivas”, afirmó el abogado experto en licenciamiento ambiental, Rodrigo Negrete Montes.
Este dinamizador de la deforestación ha sido celebrado y aplaudido abiertamente por multinacionales extractivas como Rugby Mining Limited, una minera de Vancouver Canadá que pretende iniciar un proceso de perforación para minería de cobre en el Chocó con el proyecto Cobrasco.
Según la empresa “la exploración detallada se ha visto facilitada recientemente por una Resolución de 28 de Enero de 2022 con respecto al proceso de extracción de reservas forestales en Colombia. Permite que la exploración minera incluida la perforación, proceda sin pasar por el oneroso proceso de extracción forestal. Un proceso que equivalía a un cambio en el uso del suelo incluso antes de que un proyecto hubiera demostrado ser viable. Si existen estas condiciones, entonces la exploración de minerales, incluida la perforación, puede continuar sin permisos adicionales”, destaca Libero Copper en su página web.
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El camino para la exploración y la perforación para el hallazgo del cobre como el nuevo protagonista de la transición energética nacional según el gobierno, quedó allanado y listo para darle paso a la exploración y futura explotación de este mineral.
Así como Rugby Mining Limited en Chocó, la minera Libero Copper (Libero Cobre) también canadiense, inició sus perforaciones en las montañas de la vereda Montclar a 10 kilómetros de Mocoa, el lugar que guarda en sus entrañas el proyecto de extracción de cobre más grande del país.
El anuncio fue dado a conocer en un comunicado de prensa en el que aseguran que el 16 de febrero comenzaron las perforaciones, proceso que durará cinco años. La noticia se dio a conocer justo a unos días de la expedición de la polémica resolución a lo que el Gobierno Nacional remató con el anuncio de la continuidad de la Variante Mocoa-San Francisco.
“La construcción de la vía durara unos cinco años, es el mismo tiempo que durará la exploración de la empresa Libero Cobre en nuestro territorio y después empezará la etapa de explotación por eso para nosotros es más que obvio que la vía y la minería están conectadas”. La comunidad no rechaza la vía pero bajo el contexto actual, reconoce el verdadero interés del Gobierno en su construcción, afirmaron miembros de la vereda Montclar.
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Libero Copper y su “Proyecto Mocoa” explorará sobre cuatro bloques concesionados un total de 8.000 hectáreas que incluyen cuatro veredas según información publicada por la misma empresa. Montclar, La Toldas, Alto Afán, Ticuanayoy y Rondayaco.
La misma empresa asegura que el proyecto se superpone con la Reserva Forestal Protectora del río Mocoa en un área que cubre 30,917.22 hectáreas, una porción de dos, de los títulos mineros (FJT-141 y FJT-131). Igualmente toca el Resguardo Indígena Inga de Condagua ampliado en 2006 y cuya ampliación está ubicada dentro del área de los títulos( FJT-131 y FJT-132.).
Fotos : Las fotografías publicadas son propiedad de la minera Libero Copper.
Foto de Portada: María Fernanda Lizcano/Mongabay Latam
Ambientalistas, académicos y comunidad se preguntan ¿cómo una Resolución expedida por el Ministerio de Ambiente de Colombia, el mismo que debería proteger los bienes y servicios ambientales del país le abre el camino a la minería y se convierte en un dinamizador de la deforestación? Ir al artículo. Vías que le abren camino a la minería en la Amazonía.
Informes especiales e investigaciones adelantadas por Alberto Castaño – Camacho y María Lourdes Zimmermann
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